Análisis Drive 2011: Gosling me dejó helado

Me puse nostálgico y volví a Drive, una joya de 2011 que me tuvo pegado al sillón desde el primer acelerón. Nicolas Winding Refn creó un thriller neo-noir con Ryan Gosling que me voló la cabeza, y en este análisis Drive 2011, te cuento por qué esta peli sigue siendo puro oro. Si te gustan los silencios que cortan, la acción cruda y una banda sonora que te atraviesa, este viaje es para vos.

Un tipo sin nombre que lo dice todo

La peli me metió de cabeza en L.A.: Gosling es “el Conductor”, un doble de riesgo y chofer de fugas que habla poco pero pega duro. Todo se va al carajo cuando se cruza con Irene (Carey Mulligan) y su pibe, y un robo sale mal. Este análisis Drive 2011 se trata de cómo este tipo callado me enganchó con cada mirada y cada martillazo. Es un héroe roto que me dejó helado.

5 razones por las que me shockeó

  1. Gosling es un fantasma: Su calma antes de explotar me puso nervioso. Cuando agarra el martillo, se me cayó la birra.
  2. Violencia que corta: Las escenas de sangre –el ascensor, el motel– me pegaron en el pecho. Crudo y sin filtro.
  3. Música que te quema: El synth de Kavinsky y Cliff Martinez me metió en un trance oscuro. “Nightcall” todavía me resuena.
  4. Villanos que dan miedo: Bernie (Albert Brooks) con su cuchillo y Nino (Ron Perlman) me tuvieron al borde.
  5. Estilo que mata: Los neones, el escorpión dorado en la campera… todo grita cool y me voló la cabeza.

Una carretera oscura con corazón

Este análisis Drive 2011 no estaría completo sin hablar del vibe. No es solo acción: hay una tristeza que te cala. El Conductor quiere proteger a Irene y su hijo, pero su mundo es un infierno de traiciones y balas. Los silencios largos me dejaron pensando, y cuando arranca el motor o suenan los puños, el contraste me dio escalofríos. Es cine negro con alma, y eso me tuvo pegado.

La fotografía de Newton Thomas Sigel es un sueño: L.A. brilla con neones y sombras que te chupan. Los planos lentos y las persecuciones rápidas me dieron un subidón perfecto. La banda sonora –synthwave puro– es la mitad de la peli: sin ella, no sería lo mismo. Este análisis Drive 2011 aplaude cómo Refn hace arte con sangre y gasolina.

Mi veredicto: Un viaje que no suelta

Drive me tuvo al borde desde el arranque y me dejó loco hasta el final. Este análisis Drive 2011 es mi manera de sacarme esta peli del sistema: Gosling callado pero letal, un L.A. que respira peligro y un final que me pegó en el alma. Si no la viste, está en streaming (Netflix la tuvo) o sacá el Blu-ray. Mirá mi post de Endeavour . ¿Qué te shockeó más del Conductor? ¡Dejame

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