Make your inbox happier!

Subscribe to Our Newsletter

El Desafío de la Innovación en el Universo Digital: Crítica Dividida a TRON: Ares

La tercera entrega de la saga TRON se enfrenta a críticas polarizadas. Elogiada por su deslumbrante estética y banda sonora de Nine Inch Nails, es señalada por un guion “flojo” y por sacrificar la esencia digital de la IP a favor del espectáculo. ¿Pudo Disney haber hecho más que apelar a la nostalgia?

La tercera entrega de la saga de culto de ciencia ficción, TRON: Ares, ha llegado a los cines con el peso de las expectativas y se ha enfrentado a un aluvión de críticas que exponen el dilema central de las superproducciones modernas: el desequilibrio entre el espectáculo visual y la profundidad narrativa. Desde su estreno, alrededor del 9 de octubre, los reportes de la prensa han coincidido en un veredicto polarizado: la película es “Visualmente impresionante, pero con un guion mejorable”.

En plataformas como Rotten Tomatoes, la cinta, protagonizada por Jared Leto y dirigida por Joachim Rønning, obtuvo una puntuación del 62% al momento de estos informes, un resultado modesto para una Propiedad Intelectual (IP) de la magnitud de Disney. Los críticos han reconocido el brillante trabajo de fotografía (a cargo de Jeff Cronenweth) y la banda sonora de Nine Inch Nails como puntos altos, que, para algunos, justifican el viaje al cine.

Sin embargo, la crítica detallada apunta a que, aunque Disney prometió un renacer esplendoroso y TRON: Ares se atreve a abordar temas contemporáneos como la Inteligencia Artificial y la búsqueda de la humanidad, el guion resulta “flojo” y “mediocre”. El análisis sugiere que la película carece de “garra, riesgo [ni] emoción” y que su ritmo es irregular y, por momentos, aburrido. En esencia, se percibe como un despliegue de tecnología brillante con poco corazón dramático.

Nostalgia por Algoritmo y el Sacrificio de la IP

La afilada crítica de que TRON: Ares “parece escrita por puro algoritmo” trasciende el comentario superficial para convertirse en una acusación directa a la estrategia del estudio. La resurrección de una IP icónica por su estética futurista y conceptual no ha sido acompañada por una actualización narrativa de su concepto fundacional. El estudio es acusado de instrumentalizar la nostalgia sin un fin concreto, más allá de asegurar unas entradas, apoyándose en ideas recicladas y poco sorprendentes.

El mayor error estratégico, según muchos críticos, es el desplazamiento del canon. La trama se centra en la salida del programa Ares de la Red al “mundo real”, relegando el entorno digital icónico, la Grilla (The Grid), a un “triste segundo plano”. En una secuela de TRON, esto se interpreta como un fallo en la comprensión de lo que la audiencia, especialmente la base de fans, esperaba.

La tibia recepción de TRON: Ares siembra serias dudas sobre la viabilidad de la franquicia como una “mega-franquicia” comparable a las marcas principales de Disney. Demuestra que la tecnología y la excelencia visual, por sí solas, no pueden compensar una narrativa deficiente o una estrategia que prioriza el espectáculo sobre la esencia filosófica de la propiedad intelectual. El desafío de innovar, parece, ha sucumbido a la tentación de lo seguro y visualmente obvio.

Juan Gomez

Juan Gomez

Keep in touch with our news & offers

Subscribe to Our Newsletter

Comments

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *