‘500 Días Con Ella’ es un análisis crudo de la idealización romántica. Desvelamos el ‘Efecto Tom’, el problema de culpar a Summer y por qué esta película es una crítica social y no la comedia romántica que todos creen.
‘500 Días Con Ella’ es un análisis crudo de la idealización romántica. Desvelamos el ‘Efecto Tom’, el problema de culpar a Summer y por qué esta película es una crítica social y no la comedia romántica que todos creen.
Seamos honestos: todos hemos caído en la trampa. Cuando viste ‘500 Días Con Ella’ (2009) por primera vez, pensaste que era la balada definitiva para los que tienen el corazón roto; ese paseo agridulce con música de The Smiths donde el pobre Tom (Joseph Gordon-Levitt) es víctima de la impredecible Summer (Zooey Deschanel). Te sentiste identificado con su dolor, su playlist y su decepción.
Pero la belleza y la brutalidad de esta película radican precisamente en eso: en que nos mintió a la cara… o mejor dicho, nos hizo mentirnos a nosotros mismos. Quince años después, el debate sigue encendido porque esta no es, ni de cerca, una historia de amor. Es, en realidad, el espejo incómodo que nos obliga a confrontar todas las mentiras que hemos comprado sobre el romance. ¿Estamos viendo un idilio fallido o la crónica de una obsesión? Prepara el café, porque el análisis que viene es largo.
Él no ama a Summer como persona; ama la idea de Summer, el “Manic Pixie Dream Girl” que proyecta sobre ella: la chica peculiar, con gustos musicales perfectos, que llega a su vida para darle sentido. Cuando ella le dice claramente: “No estoy buscando nada serio”, Tom no lo escucha. Él solo ve un obstáculo que debe superar para ganar el premio final: la vida de pareja que la sociedad le ha prometido.
La película, de manera brillante, utiliza una narrativa desordenada y llena de flashbacks para mostrarnos su perspectiva sesgada. Vemos el mundo a través de sus lentes de fantasía, y es por eso que cuando nos muestra la realidad (la escena de la “división de pantalla” donde vemos las expectativas versus la realidad), el golpe es tan duro para él… y para el espectador que lo idealizaba.
Summer, a pesar de su fama de “rompecorazones”, es el personaje más honesto de la película. Ella establece sus límites desde el principio: no cree en el amor eterno y valora su independencia.
El gran error de Tom no fue enamorarse de Summer; fue ignorar la autonomía de Summer. Él esperaba que ella cambiara de opinión por él, y cuando ella no lo hizo, la etiquetó como el problema.
La película funciona como un espejo. Si saliste del cine odiando a Summer, la película te está señalando. Ella actúa como un catalizador para que Tom deje de lado su visión de Hollywood y aprenda una lección fundamental: las personas no son proyectos y no tienen la obligación de cumplir nuestras expectativas románticas.
500 Días Con Ella ha mantenido su relevancia precisamente porque desmonta el mito del “alma gemela”. La lección no está en el final roto, sino en el crecimiento de Tom.
Cuando al final conoce a Autumn (Otoño), el nombre es un símbolo: Tom finalmente ha superado su “verano” de ilusión. No idealiza a Autumn de inmediato; la conoce de una forma sencilla y realista, lo que sugiere que ha aprendido la lección de la vida real.
Esta película es un regalo para cualquiera que haya confundido el amor con la fantasía. Es una crítica social sobre lo que nos venden las películas, envuelta en un paquete de comedia romántica. Es una invitación a mirar más allá de la versión de cuento de hadas para encontrar algo mucho más duradero y real.
Sustainable fashion, or eco-fashion, aims to change fashion products and systems in a more ecologically friendly and socially just way.
¿Y tú? ¿Ves a Tom como el incomprendido romántico o como el hombre que necesitaba madurar? ¡Deja tu opinión en los comentarios!
Comments
annabrown
Wow, cool post, thanks for sharing.
cmsmasters
Happy to be of service.